Cirugías digestivas

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El cáncer digestivo incluye cánceres que afectan el tracto digestivo, como el esófago, estómago, intestino delgado, colon, recto y ano.

Las cirugías digestivas son una parte fundamental del tratamiento del cáncer digestivo, ya sea para extirpar el tumor primario, eliminar tejido afectado o tratar complicaciones, pueden variar desde procedimientos relativamente simples hasta intervenciones complejas, dependiendo del tipo y la etapa del cáncer.

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Síntomas

Los síntomas pueden variar según el tipo de cáncer digestivo, pero pueden incluir:

• Dolor abdominal persistente.

• Cambios en los hábitos intestinales, como estreñimiento o diarrea.

• Sangre en las heces.

• Pérdida de peso inexplicable.

• Fatiga persistente.

• Sensación de plenitud después de comer solo una pequeña cantidad.

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Causas 

Las causas del cáncer digestivo pueden variar según el tipo de cáncer, pero en general, pueden incluir factores genéticos, estilo de vida y factores ambientales. Por ejemplo, el cáncer colorrectal puede estar relacionado con la dieta rica en grasas y baja en fibra, la obesidad, el consumo de alcohol y el tabaquismo.

La edad avanzada también es un factor de riesgo común para muchos tipos de cáncer digestivo.

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Tratamiento 

El tratamiento del cáncer digestivo puede incluir una combinación de cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida y/o inmunoterapia.

La cirugía es comúnmente utilizada para extirpar el tumor y cualquier tejido circundante afectado. Esto puede incluir:

• Resección local: Eliminación del tumor y un margen de tejido sano circundante.

• Resección segmentaria: Extirpación de una parte del órgano afectado.

• Resección completa: Eliminación completa del órgano afectado en casos avanzados.

 

Prevención

La prevención del cáncer digestivo implica adoptar un estilo de vida saludable y realizar pruebas de detección regulares, como colonoscopias, para detectar y tratar el cáncer en etapas tempranas. Mantener una dieta rica en frutas, verduras y fibra, y limitar el consumo de alcohol y tabaco puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer digestivo.

Además, la identificación y el tratamiento temprano de afecciones precancerosas, como pólipos en el colon, pueden prevenir la progresión a cáncer.